Hola! Lo sé.
Los títulos en el blogger no acepta acentos, pero lo sé. Eso de estar diario apuntando el ocio del día o la rutina, es un poco dificil y más si estás entre tantas cosas, me encantaría poder escribir diario sobre mí, sobre lo que sea y en serio, hoy he vuelto a escribir como cuando un niño que pide un juguete, así de caprichoso y hasta triste o en berrinche, pero lo que me ha estado pasando los últimos años, uy, pide un momento de estar bien. No es para contarles, ya lo dije anteriormente, eso de contar las cosas de uno, hijoles, es como abrir la caja de pandora, o puede ser sano o un poco enfermizo, dependiendo de cómo lo veas. Hoy de plano, me tengo una encrucijada, envuelto en mis sueños e ideales, luchando día a día por lo que quiero y me tiene que salir. Han pasado tantos años de mi vida, que los veo pocos y son muchos, apenas 28. Y me siento un bulto, pero por dentro sé que tengo algo de optimismo aún. Jejeje. De que soy un borde, siempre lo seré, bien recuerdo a una gran amiga que lo dijo "eres un borde". Y créanme, si es que alguien lee esto, lo intento. Ya no ser tan borde, pero qué puede hacer uno, así nacemos, sería maravilloso poder escoger nuestro temperamento, nuestra fortuna, pero sigo creyendo que eso puede moldearse y no. Aunque hay sabiduría que dice que "a fuerzas ni los zapatos", jamás me olvidaré de esa frase. Terminal.
Yo ahora, más bien, más que recapacitar y ponerme a hacer yoga o qué se yo (obvio que algo de ejercicio me vendría bien), pero desde ahora adopto mi auto terapia. Optaré otra vez por la poesía, es lo mío, aunque lo sé, la he abandonado por años. La poesía se volvió música, se hizo cine, se transformó en delirio, pero aquí está siempre adentro, con llanto o con risas. La poesía salva. Sí señor. Con un poco de lamentos y acaso un libro que abrirá lamente y cambiará mi vida, jeje me dispongo a leerlo, "El juego de la vida y cómo jugarlo". Vaya momento. Sigo en la búsqueda, he encontrado a personas maravillosas en mi vida, que lamento tenerlas que dejar, por azares del destino o porque de plano, las cosas siempre tienen un final y un principio. Yo ya no sé si voy al final, si al principio, o lo que sea. Es otro de esos momentos clave. Caray. Todos los días son clave. Pero oh sorpresas las que nos encontramos y buscamos. Porque sí, todo pasa por que tiene que pasar. Así que como igual, Ernesto Sábato, después de escribir "El Túnel", ha dicho algo maravilloso en "La Resistencia", le creo. Soy de su bando, de esos que podrán naufragar entre momentos tristes y brillantes, como de esos que uno pide paz, pero la fe y la esperanza, siempre se tornan el tónico perfecto para salir ileso, de las heridas de la mente o el cuerpo, de las miradas que asustan, de los tiempos decadentes, de las flores marchitas o frescas, de los golpes y las caricias, de la poesía y la mierda. Del caos y el orden, así es como han sido estos días, de inconclusa determinación y de concreta mentalidad constructiva. Hacia un rumbo que no sé si pueda ser siempre benéfico, el bien es mi estandarte. Mi amor propio está como que reluciendo, a pesar de tantos años de mal gastarlo, hay que cuidarse, amarse y proteger no sólo al prójimo, a uno mismo. Ahí está el detalle. Hoy pido eso. Hoy elijo eso. Vivir bien. Y caray, si han pasado los años y sigo hablando de las mismas cosas, será que a diario me convenzco de las mismas tonterías o las grandes sabidurías. Temple y amor, una lista interminable de adjetivos y sustantivos, de verbos complacientes y oraciones perfectas que decir. Filosofía barata o pleonasmo. No sé más. Ni de aquí, ni de allá. In God We Trust. Habrá que ir por buen camino. A continuación, más de mi poesía. El retorno de las palabras secretas y los pensamientos rotos. El pasado visto en el presente, un futuro incierto. Wow. Futuro. De mis palabras favoritas...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario